lunes, 22 de febrero de 2010

¡Vivamos más tranquilos!

Todos soñamos con “vivir la vida” de manera que podamos atender todos los frentes que se nos presentan de forma razonablemente adecuada y oportuna. Al hacerlo, logramos que las cosas sucedan cuando deben suceder y – ojalá- de la forma en que deben suceder; todo con el objetivo de vivir más tranquilos.
Para esto, y mucho más, están las técnicas y las prácticas de organización. 

lunes, 15 de febrero de 2010

¡Bienvenido a mi clóset!

...o armarios, o roperos, o guardarropas. Cualquier espacio escogido para guardar nuestra ropa, nuestros accesorios, perfumes, paquetes.....
Nuestra relación con el clóset es permanente, inevitable; puede ser una experiencia grata o ingrata; puede tener huecos negros, sitios fuera de la vista que esconden, muchas veces, tesoros olvidados. Su organización y funcionalidad pueden determinar el ánimo con el que comencemos el día, la imagen que proyectamos y –aunque no lo crea- nuestra economía familiar.
Un sitio tan importante merece especial atención. Pero recuerde: el clóset, su contenido y su organización son asuntos muy personales. Por eso no existen reglas únicas, pero sí ideas para que las acomode a su propio estilo.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Trabajo desde mi casa

Cada vez más y más gente trabaja desde sus casas –pequeños empresarios, teletrabajadores. ¿Las razones? Los avances tecnológicos facilitan esta nueva tendencia; las economías comprobadas en tiempo de traslados, en combustible, en contaminación ambiental; los nuevos esquemas de trabajo también han evolucionado y las jornadas de tiempos parciales se están imponiendo.
Además, cada día adquiere mayor relevancia el concepto de manejar los asuntos familiares, la economía familiar y los proyectos familiares con enfoque empresarial.
Para todo esto ha sido necesario convertir y ajustar espacios de vivienda en espacios de trabajo. La forma en que lo haga, en que lo organiza, tiene enorme impacto en su productividad y en la convivencia familiar.

lunes, 8 de febrero de 2010

“¡Yo conozco mi desorden!”

Difícil una frase más común. Es más, normalmente se complementa con: “ni se le ocurra organizarme el cuarto o el escritorio, que después no encuentro nada”. ¿Será que realmente sí encontramos las cosas cuando las necesitamos? ¿De forma rápida? ¿En el estado en el que las queremos?
Cuando ni uno interviene en el área ni deja que otro lo haga, se comienzan a acumular las cosas; aparecen los “arrumes” (de ropa, de papeles, de revistas, de tarros) en el piso, en las superficies, en los asientos, en la cama… No se necesita mucho tiempo para que un espacio se convierta en un bunker de objetos que dificultan la movilidad física y la claridad mental. Aún la persona más hábil empieza a tener problemas cuando la acumulación crece y crece.

lunes, 1 de febrero de 2010

¿Cómo está mi nivel de organización?

¿Será que mi estilo de vida es normal? ¿Será que soy un desastre? El siguiente Organizómetro le permitirá saber que tan desorganizado eres. ¡Atrévete a hacer el test!