domingo, 11 de abril de 2010

¿Difiere o aplaza con frecuencia? ¿Es un procrastinador?

Otro artículo de Olga Lucía, mi socia:

Todos, sin excepción y en algún momento de nuestras vidas, aplazamos decisiones y acciones. A esto se le llama “procrastinar” (lo sabemos, es una palabra curiosa, con una “r” en la mitad). Otras personas procrastinan todo el tiempo. Muchas veces hemos tomado la decision de actuar, pero algo –en el fondo de nosotros mismos- no nos deja actuar. ¿Por qué será? ¿Cuándo actuamos de esa manera?

Veamos algunos casos:

• Cuando tenemos tal acumulación de cosas y de información o muchos frentes de acción, que nos paralizamos.

• Cuando creemos que entre la decisión y la acción hay un espacio de tiempo muy grande...que no tenemos, y –en consecuencia- que nunca lo vamos a lograr.

• Cuando pensamos que tenemos otras cosas por hacer y nunca llega el momento para este asunto.

• Porque pensamos que el “asunto pendiente” va a desaparecer por sí mismo – se va desvaneciendo: se cancelará el proyecto, la cita se va a posponer.....

• Por el afán de hacerlo perfecto....no estamos satisfechos con lo que estamos haciendo y seguimos y seguimos puliéndolo.

• No queremos asumir la responsabilidad. Si no concluimos la tarea, nadie podrá responsabilizarnos por un producto que no está concluido.

• Le tememos al éxito. Si concluimos y tenemos éxito, ¿podremos mantenernos en ese nivel y atender las expectativas que hemos creado?

• Nos fascinan los afanes y la adrenalina de hacer las cosas en el último minuto. Nos encanta trabajar bajo la presión de la fecha límite.

Entonces ¿qué hacer?

Lo primero es hacer conciencia de la razón por la cual procrastinamos y de su costo, tanto en la vida personal como profesional. Como este blog está enfocada en la promoción de prácticas útiles de organización, lo primero que le puedo decir es que el aplazamiento es el origen de la acumulación, del desorden, de los incumplimientos, de la falta de tiempo para atender compromisos y, lo que es peor, de gozar de una pobre imagen de persona confiable. Además, uno no se siente bien de tener siempre asuntos pendientes y una esquiva sensación de logro.

La adopción de hábitos nuevos no es tarea fácil. El punto de partida es tomar la decisión teniendo en cuenta los beneficios de hacerlo. Ensaye algunas de estas ideas para combatir esa tendencia a “dejarlo para después”

1. Recuerde que lo más difícil es comenzar. Pero una vez comienza ya ha superado la parte más dificil y seguramente se va a entusiasmar y va a seguir adelante

2. Póngase metas de tiempo realistas. Muchas veces pensamos que un proyecto va a ser “eterno” y otras veces que se puede hacer en minutos. Un enfoque realista es un buen aliado para hacer las cosas.

3. A veces pensamos que una tarea requiere 10-12 horas, y ese tiempo no aparece. Nos la pasamos esperando esas 10-12 horas; nunca llegan, y el proyecto sigue esperando.

4. Consulte su lista de pendientes y enfóquese en las tareas más difíciles en sus momentos más productivos y de mayor energía.

5. Recuerde: 5 o 10 minutos es tiempo suficiente para hacer muchas cosas: Una o dos llamadas; responder dos correos; revisar una parte de la correspondencia.

6. Si siente presión por la acumulación de tareas, agregue media hora a su jornada diaria. ¿Cómo? Levántese media hora antes y dedique ese tiempo a su rutina de ejercicios que tanto ha programado. Recuerde: si realmente quiere hacer una cosa, puede encontrar el tiempo para hacerlo.

7. Déle un vistazo a su área de trabajo. A lo mejor no es el adecuado. Si tiene sus documentos de consulta en una parte, su computador en otra, sus libretas y lapiceros en la repisa, es probable que esto no contribuya a la concentración y eficiencia.

8. No siempre es necesario empezar una tarea por el principio. A veces se puede empezar por una etapa intermedia.....y así se desencadena el trabajo. Otros prefieren enfrentar la parte más difícil o tediosa de primero. Si logran superar lo que no les gusta, es posible que el resto les parezca suave.

9. Póngase metas sencillas y realistas. Por ejemplo, para el arreglo de su oficina defina: comprar organizadores antes de que termine esta semana; reubicar los muebles de la oficina, en el lapso de 8 días; reorganizar completamente el archivo, antes de 3 semanas.

10. Comparta sus compromisos con algún conocido y esto le servirá de estímulo para cumplir las fechas. (Le puede dar pena comentarle a esta persona que no cumplió las fechas).

Hay muchas otras ideas tan sencillas y prácticas como las 10 anteriores. Un principio clave en las técnicas de organización es abordar cambios en pequeña escala de tal manera que sintamos el progreso que nos sirve tanto para avanzar y avanzar.

Buena suerte.

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